miércoles, 12 de febrero de 2014

EN TIEMPO DE BRUJAS, KEN FOLLET Y LA EPIDEMIA DE PESTE NEGRA EUROPEA

   Curioso, ayer comencé a leer un libro sobre la actual crisis económica europea. (La crisis explicada a sus victimas. Ed. Altera) Como introducción, (muy acertada por cierto) el autor compara nuestra situación de crisis económica con la epidemia de peste negra vivida en la Europa del s. XIV y que en pocos años sembró nuestro continente de muerte y destrucción.

   Voy a tratar de hacerlo de la forma más concreta y menos extensa posible pero el tema da para una larga disertación, ya que la Peste ha sido una de las peores epidemias que han asolado europa a lo largo de su historia. para retratar esta enfermedad y hacer el obligado análisis a las enfermedades infeccionas me han venido a la mente dos referencias, una película entretenídisima "En tiempo de brujas" y la segunda parte de "Los Pilares de la Tierra" el best seller de Ken Follet titulado "Un mundo sin fin"


Trailer. En tiempo de brujas

   En el film dirigido por Dominic Sena "Seasons of the witch" (2011) el caballero Lavey (Nicolas Cage) escolta hasta un monasterio a una joven acusada de brujería. Los monjes aseguran que ella es la responsable de que la Peste Negra asole y destruya Europa. Lavey, escéptico, no acepta esta explicación y con un grupo de bravos guerreros emprende un viaje para demostrar la inocencia de la joven, pero el azar los conducirá a un lugar donde les esperan las fuerzas de las oscuridad.

   Del mismo modo, Ken Follet aprovecha la segunda parte de su famosísima obra para analizar cómo la iglesia abordó en su momento la llegada de la epidemia de peste a Europa, en este caso a Inglaterra y más en concreto centrándose en el priorato Kingsbridge. Y cómo la iglesia, al igual que ocurre en "En tiempo de brujas" y ocurrió en la realidad, responsabiliza de esta epidemia (y de las malas cosechas, y de las catástrofes naturales, y de las enfermedades y de un largo etc...) a la cólera divina por los pecados de la humanidad.

   Muchas personas fueron acusadas injustamente de brujería y ajusticiadas por la inquisición durante siglos, en la obra se analiza como son puestos en tela de juicio (enjuiciados, penados y castigados) los rudimentarios tratamientos de esas enfermeras y sanitarias que, adelantándose a los pocos conocimientos que, por otra parte es lógico, en su época se tenían sobre enfermedades infecciosas trataron de aplicar soluciones (más o menos eficaces) pero con una base científica sólida al cuidado de los enfermos, y huian de las soluciones milagrosas basadas en los rezos y las ofrendas, siendo por ello perseguidas sin tregua por la iglesia. (No puedo por menos que acordarme del gag de los Monty Python en su película "Los caballeros de la tabla cuadrada" ..es una bruja, es una bruja jajajajaj¡¡¡)

ACUSACIÓN DE BRUJERIA CON UNA BASE CIENTÍFICA Y MATEMÁTICA SÓLIDA

   Nos metemos en contexto. A mediados del siglo XIV, entre 1346 y 1347, estalló la mayor epidemia de peste de la historia de Europa, tan sólo comparable con la que asoló el continente en tiempos del emperador Justiniano (siglos VI-VII). En su momento todas las explicaciones sobre su origen llevaban a un mismo punto, un castigo divino. Sin embargo, los bacteriólogos Kitasato y Yersin, de forma independiente pero casi a la vez, descubrieron que el origen de la peste era una bacteria yersinia pestis,(lógicamente invisible para la sociedad hasta que los hermanos Jansen diseñaran los primeros instrumentos ópticos  en 1590 que permitiesen su observación y los amigos Robert Hooke, A. van Leeuwenhoeck, R.Brown etc... realizaran sus primeras observaciones y trabajos científicos microscópicos entre los s. XVI y XVII) que afectaba a las ratas negras y a otros roedores y se transmitía a través de los parásitos que vivían en esos animales, en especial las pulgas (chenopsylla cheopis),  que actuaban como vectores de transmisión  inoculando el bacilo a los humanos con su picadura.


   Buscando el punto de origen de esta catástrofe biológica, llegamos a la ciudad comercial de Caffa (actual Feodosia), en la península de Crimea, a orillas del mar Negro. En 1346, Caffa estaba asediada por el ejército mongol, en cuyas filas se manifestó la enfermedad. Algunas fuentes reflejan que fueron los mongoles quienes extendieron el contagio a los sitiados arrojando sus muertos mediante catapultas al interior de los muros, (Dando comienzo a su vez al concepto de "Guerra Biológica" pero es más probable que la bacteria penetrara a través de ratas infectadas con las pulgas a cuestas. En todo caso, cuando tuvieron conocimiento de la epidemia, los mercaderes genoveses que mantenían allí una colonia comercial huyeron despavoridos, llevando consigo los bacilos hacia los puntos de destino, en Italia, desde donde se difundió por el resto del continente.



   Curiosísimo en este sentido el papel que cumplía la pulga como vector de transmisión. Cuando las pulgas chupan la sangre del primer hospedador de la bacteria se tragan las bacterias asesinas. Éstas se alojan cómodamente en su tracto digestivo y taponan el estómago de la pulga en cuestión, produciéndo en el bicho una sensación de hambre atroz que hace que este ectoparásito se enciegue en calmar este hambre desaforada buscando la sangre de cualquier organismo de sangre caliente con el que se cruce. Al inyectar de nuevo su trompa en un potencial nuevo hospedador, el sistema digestivo de la pulga reacciona vomitando Yersinia pestis, introduciendo el elemento asesino en el nuevo hospedador y ya la hemos liado.

   Se acabaron las pamplinas y explicaciones místicas que tanto daño han hecho en la historia y que convirtieron la Edad media en un periodo negro para la ciencia. La peste era, pues, una zoonosis, una enfermedad contagiosa que pasa de los animales a los seres humanos. El contagio era muy fácil en esa época porque ratas y humanos convivían en el día a día, no habia más remedio pues las condiciones sanitarias y asépticas eran escasas o nulas. (Del mismo modo que los conocimientos y el sentido común) Los roedores se movían a capricho por graneros, molinos y casas –lugares en donde se almacenaba o se transformaba el grano del que se alimentan estos roedores–, circulaban por los mismos caminos y se trasladaban con los mismos medios, como los barcos.


   Tras el contagio y un periodo de incubación de entre 16 y 23 días, comienzan a manifestarse los primeros síntomas. La enfermedad se manifestaba en las ingles, axilas o cuello, con la inflamación de alguno de los nódulos del sistema linfático acompañada de supuraciones y fiebres altas que provocaban en los enfermos escalofríos, rampas y delirio; el ganglio linfático inflamado recibía el nombre de bubón o carbunco, de donde proviene el término «peste bubónica». La forma de la enfermedad más corriente era la peste bubónica primaria, pero había otras variantes: la peste septicémica, en la cual el contagio pasaba a la sangre, lo que se manifestaba en forma de visibles manchas oscuras en la piel –de ahí el nombre de «muerte negra» que recibió la epidemia–, y la peste neumónica, que afectaba el aparato respiratorio y provocaba una tos expectorante que podía dar lugar al contagio a través del aire. La peste septicémica y la neumónica no dejaban supervivientes.

   Las cifras son escalofriantes, los 80 millones de europeos quedaron reducidos a tan sólo 30 entre 1347 y 1353...y mientras tanto curas, monjas, clérigos y religiosos varios reza que reza, ofrece que ofrece y mirando al cielo a ver si escampaba. 

BREVE DOCUMENTAL SOBRE LA PESTE NEGRA 


   Agua bendita, rezos y oraciones, ofrendas, ajusticiamiento y quema en la hoguera de las supuestas almas descarriadas o sentencias como "es la voluntad del señor" "los caminos del señor son inescrutables" o peor que todo, gente que se autoflagelaba confiando en que el sufrimiento propio espiara sus pecados y ea, a esperar a que el señor quisiera erradicar la epidemia. Es cierto que en en 1300 y pico la suciedad, la falta de higiene y el práctico desconocimiento hacía que no hubiera personas  bien preparadas y mucho menos medicinas.



   Por un lado las personas enfermas eran expulsadas a las afueras de la población, rechazados socialmente y abandonados a su suerte. Las clases superiores, de gente rica o poderosa se escapaban a lugares alejados de las ciudades o se encerraban para no respirar el aire viciado y los cadáveres se quemaban en piras comunes....hasta que el número de victimas fué tal que los escasos supervivientes se veían superados y los cadáveres acabaron por masificar las calles, contribuyendo a aumentar la peligrosidad de los focos de infección.

   Sin embargo Ken Follet ya esboza como cierta gente se huele por donde van los tiros (sin poder llegar a alcanzar las explicaciones de Kitasato y Yersin por supuesto) pero comienzan a utilizar rudimentarias máscarillas, a aplicar las primeras médidas asépticas, uso de guantes rudimentarios, de ropa que era posteriormente quemada, a mantener en cuarentena a los enfermos aislados del resto de personas sanas. Es muy curiosa una imagen de la película de Dominic Sena, en la que un grupo de personas con máscaras grotescas, similares a las máscaras que se pueden ver en un carnaval veneciano, rodean a una víctima. Estas máscaras, con grandes anteojos y un pico alargado relleno de hierrbas aromáticas, que se pensaba neutralizaban los vapores infecciosos, son las primeras medidas que se adoptaron para evitar el contagio del microorganismo. Rudimentarias sí, ineficaces en un elevado porcentaje sí, pero medidas que ya comienzan ya a sentar las bases de las prácticas médicas modernas.

   En muchas ciudades europeas podemos encontrar como recuerdo de esa atroz catástrofe columnas conmemorativas  o "Columnas de la peste", me viene a la cabeza ahora mismo la de Viena... Que son memoria en piedra de un oscuro periodo histórico y los devenires sociales de esa Europa de la Edad Media.


  
   

   

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